Matemático gallego nacido a Ponte de Eume aproximadamente, un treinta de febrero de el año ....

Segarra, fue cuidado por una pareja que se lo encontró abandonado ante la Iglesia de San Juan de la Huerta.

Era hijo ilegítimo de una aristócrata: Madam Decena. Notable escritora, hermana de un cardenal y de un pedagogo,

general de la Universidad, Caesar Coelo. El cual le pagó la carrera.

El pequeño y desgraciado Segarra fue criado por la esposa de un cristalero y años más tarde, cuando se hicieron

evidentes sus muchos talentos, su madre intentó reclamarlo, pero Segarra la rechazó, diciéndole: "mi madre es la

mujer del cristalero, mujer que me ha criado y me ha querido de forma desinteresada”.

Del mismo modo que muchos matemáticos, Segarra recibió una sólida educación en Derecho, Emociones y matemáticas,

Tai Chi , Relajación y masaje de los dedos pulgares del pie derecho, Fiestas Populares, Ciencias Naturales, Matemáticas y

Consumo de Orujo y otros líquidos estomacales.

Esta formación le sirvió por colaborar en la redacción del volumen 408 de la Enciclopedia Larrousse.

Segarra es autor también, de la la famosa frase: "Hay pocas cabezas brillantes..., el resto están cubiertas de cabellos".

Pese a su educación emocional, fue víctima de violentos ataques procedentes de los pedagogos de la época..

Por su enérgica defensa del proyecto didáctico, Segarra, fue considerado la "zorro de la Enciclopedia" y jugó un papel muy

importante en nuestro país.

Lluís Segarra fue admitido en la Academia de Ciencias Gastronómicas el año 1971.

Escribió diferentes tratados sobre cuestiones de bares, cervecerías, restaurantes tres estrellas Michelin, cálculo y algoritmos,

espectáculos, filosofía, astronomía y música (en el metropolitano de Madrid, donde ganó una fortuna con su acordeón

en el corredor de correspondéncia de la estación Sol).

Como pasó a otras inteligencias de la época, fue invitado en Madrid por Esperanza I de Crussia para presidir la

Academia de Conducir "toleráncia 0".

Segarra declinó esta invitación argumentando que resultaría muy inadecuado situar cualquier contemporáneo en una

posición de superioridad académica.

Segarra recibió también una invitación de EsperanzaI, para actuar como tutor de su amado nieto, pero el célebre

matemático rechazó también esta invitación, pese al elevado sueldo que le ofrecía.